Los Valiosos Años Dorados

Hoy día algunos adultos mayores viven su vida con muchas ilusiones, ocupaciones, proyectos, aportando mucho a su entorno familiar, comunitario y social. También hay quienes viven sus años dorados con más sosiego, retirados de actividades laborales, sin mayores responsabilidades dentro y fuera de sus familias, viven el presente pero sus mentes están parqueadas con mayor frecuencia en el pasado, en lo que consideran fueron “tiempos mejores” y en algunas ocasiones pueden llegar a sentir que han caducado, que sus aportes no son valorados y que más bien serán desechados por obsoletos.

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Los Adultos Mayores del Siglo XXI

Es sencillo diferenciar a unos de otros, porque los primeros se muestran felices, satisfechos, asumiendo las limitaciones propias de la edad con responsabilidad, pero sin dejar de soñar, aportar y disfrutar. Los segundos, son adultos mayores que reflejan nostalgia, tristeza, desánimo, que viven sus limitaciones como imposibilidades para realizar cualquier cosa, que han asumido un retiro casi obligado y absoluto, una renuncia al disfrute y a la ilusión.
La sociedad, la cultura, la legislación y muchos otros factores externos contribuyen o afectan en cómo puede sentirse un adulto mayor. Crean condiciones y facilidades positivas o se constituyen en entornos que dificultan el desenvolvimiento adecuado de las personas en edad avanzada.

Pero el factor predominante tiene que ver con la actitud del propio adulto mayor, en cómo se considera a sí mismo, si se mira como alguien que tiene aún mucho que aportar y que su papel fundamental es el de iluminar con su experiencia o conocimiento a las nuevas generaciones, o si se considera como alguien que ya no tiene nada qué decir o hacer en el presente y en el futuro.

De igual forma, en las familias, deben darse cambios importantes en cuanto a la manera en que se ha considerado y tratado a las personas en su proceso natural de envejecimiento. En cómo se les percibe y se relacionan con ellos.

Ayudar e incorporar

Es cierto que existe una mayor conciencia con relación a la importancia de ayudar a los adultos mayores, en efecto, es bueno facilitarles condiciones, no abandonar, desplazar o marginar a estos veteranos de la vida. Pero no debemos olvidar que las personas mayores son fundamentalmente sujetos de derechos, y por esta condición, merecen respeto, un trato digno y un reconocimiento por todo lo que han contribuido en sus hogares, en sus comunidades, en los lugares de trabajo y en la sociedad en general.

En otras culturas a las personas mayores se les valora mucho más que en Occidente, se les reconoce socialmente y se les pone en lugares de privilegio y honor.

adultos mayores disfrutando la vidaY aunque a la fecha han mejorado las condiciones de las personas mayores, debemos avanzar aún más hacia un estado superior,  reconociendo que los adultos mayores deben estar incorporados en diversas actividades, siendo de mucha utilidad para las familias, las comunidades, las empresas y la sociedad.

El valor de los años

Así como los jóvenes aportan novedad, energía, impulso y vigor, los adultos mayores proporcionan experiencia, conocimiento, equilibrio y amplia perspectiva.
En todos los órdenes de la vida, se requiere de una combinación de estas cualidades, por eso es que las familias que le dan el lugar que les corresponde a los adultos mayores, las comunidades que se apoyan en la dedicación y la paciencia que brinda los años vividos, las empresas que mantienen e incorporan la experiencia y el conocimiento de los adultos mayores, obtendrán mejores resultados y mayores éxitos.
En el envejecimiento no debe existir el temor por los cambios, el adulto mayor debe de adaptarse, debe mirar los nuevos tiempos con alegría y con ilusión. Su visión retrospectiva es fundamental, pero no debe aferrarse a la idea de que “todo pasado fue mejor” es importante que la persona mayor viva el presente con emoción y pasión, que asuma los cambios con amplitud de mente, con gratitud y con deseo de aprender y de aportar. Ante todo debe mirar el futuro con esperanza y con el derecho que tiene de soñar. Pensar que la edad que se tiene, es la mejor edad para vivir.

El adulto mayor tiene mucho que aportar al presente, con sus ideas, su experiencia, y su sabiduría, cuando esto sucede, ocurren grandes cosas. Golda Meir, fue jefa de gobierno de Israel por 80 años, Giussepe Verdi, compuso la obra magistral Ottelo a los 75 años y Benjamín Franklin participó intensamente en la redacción de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos a los 70 años. Estos algunos ejemplo que demuestran que, en el campo intelectual, artístico, político, científico, empresarial o social, el aporte de los adultos mayores, cuando se les brinda el espacio y las oportunidades, es fundamental e indispensable.

Te invito a que dejes tus comentarios y nos cuentes más sobre este tema. ¿Y tu que estás haciendo en tus Años Dorados?

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