Deterioro Cognitivo en el Adulto Mayor

deterioro cognitivo en el adulto mayor
Es inevitable que con el paso del tiempo perdamos facultades físicas y mentales. A medida que recorremos las distintas etapas de la vida, nos damos cuenta que algunas cosas que no requerían mayor esfuerzo ahora nos cuestan más, como llevar los compras a la casa, recordar algunas fechas o citas importantes, etc. Lo anterior sucede por la disminución del rendimiento de nuestras funciones cognitivas. Este suele ser más notorio en los adultos mayores y está considerado como el límite entre el envejecimiento normal y la demencia.
El deterioro cognitivo es una condición que va asociada al envejecimiento de nuestro cerebro, pero se puede ver acelerado por otros factores como las enfermedades (diabetes, hiperternsión, etc.) o los malos hábitos  (tabaquismo,  sedentarismo, etc.). Es por ello que, aunque el rendimiento de la mayoría de las funciones cognitivas comienza a disminuir en el entorno de los 30 años, comenzamos a notar los primeros indicios cuando nos acercamos a los 50 años.
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La falta de salud cognitiva puede tener profundas implicaciones en la salud y el bienestar de una persona. El deterioro puede afectar a distintas habilidades: atención, aprendizaje, memoria, lenguaje, orientación, o funciones ejecutivas tales como la definición de objetivos, planificación y juicio. De esta manera, las personas que experimentan altos grados de deterioro cognitivo o la enfermedad de Alzheimer pueden no ser capaces de cuidar de si mismos o de realizar labores cotidianas, ya sea preparar una comida o gestionar el dinero. Tienen especial relevancia las limitaciones que estas personas tienen a la hora de gestionar de manera efectiva los medicamentos y condiciones médicas particulares, como por ejemplo las enfermedades crónicas.
La buena noticia es que, aunque el envejecimiento es un hecho natural que no se puede detener, si se pueden establecer pautas en la rutina de cada uno que permirán disminuir las consecuencias del paso del tiempo en nuestras habilidades cognitivas. En estos tiempos, donde las prisas y el aprovechamiento del tiempo son grandes condicionantes del día a día para mucha gente,  debemos parar y tomar conciencia de la importancia de cuidar nuestra salud mental. Una dieta equilibrada, la realización de una actividad física, el control del estrés y el entrenamiento de nuestras funciones cognitivas son aspectos que debemos incorporar en nuestro estilo de vida para disminuir los efectos del tiempo en nuestro cerebro.  Algunos datos que corroboran la importancia de una vida sana y están tomados del libro “ The Alzheimer´s Prevention Program” (“Programa de Prevención del Alzhéimer”), escrito por Gary Small:

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  • La realización de actividad física varias veces a la semana durante un periodo de dos años reduce el riesgo de deterioro cognitivo de la memoria en un 46%.
  • Comer frutas y verduras antioxidantes durante un periodo de cuatro años reduce el riesgo de deterioro cognitivo y demencia en un 44%.
  • Aquellos que dedican tiempo a la realización de tareas mentales complejas en la mediana edad reducen el riesgo de demencia en un 48%.
Está en nuestras manos el hacerlo. Como adultos mayores, somos nosotros, dueños de nuestros actos y decisiones. Podemos cambiar nuestro estilo de vida y fortalecer la herramienta más poderosa que poseemos, nuestro cerebro.
 
Fuente Cogniland

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